Era un hecho: habĂa alguien más.
No sabĂa si alegrarme, si llorar, o desearle suerte a esa chica.
No, no estaba hablando de una amante en mi noviazgo, no estaba hablando de eso. No.
Estaba hablando de esa perfecta sincronĂa que hoy se rompĂa.
Y yo que creĂa que esto era algo más, bah, el habĂa encontrado a su chica perfecta.
Y yo la odiaba. Eso era un hecho también.
El habĂa decidido ver en ella todo lo que no veĂa en mi. O eso pensaba yo.
No sĂ©, yo habĂa decidido pensar que todo estaba jodido, que ella era más que yo. En realidad no querĂa que nadie fuera más que yo frente a sus ojos. Yo lo querĂa, lo habĂa querido desde el primer momento en que lo conocĂ. Lo querĂa para siempre en mi vida, ni siquiera de forma erĂłtica o sexual, no. Lo querĂa con amor genuino, querĂa tener siempre esos abrazos reales que parecĂan un detector de estado de ánimo.
Creo que me hubiera gustado quedarme por siempre en esa etapa. Pero no. Las reglas de la vida dictan muy claramente que tienes que crecer. Encontrar a alguien, casarte, tener hijos y esas cosas.
Estaba entrando en esa crisis de los 20, en la que extrañas a tus amigos porque cualquier cosa (llamese escuela, trabajo, novio celoso, madre frustrada o esa mierda que algunos llaman opiniones sociales) conspiran para que dejes de ver a esa gente que quieres.
Si, yo lo entendĂa: a esa bruja hippie la tenĂa a su lado todo el tiempo. Con ella tenĂa aventuras geniales, se iban de viaje y esa basura. Pero fuera de eso, ¿quĂ©?.
Y claro, yo con mi autoestima del tamaño de una nuez solo podĂa pensar ¿cĂłmo puedo luchar contra eso?
No soy perfecta, nunca lo he sido y cuando pretendà serlo me arrepentà mucho. Estoy totalmente consiente de lo que puedo y no puedo ofrecerte, pero sabes que siempre te quise. Sabes que siempre estuve (y estaré, quiero recalcarlo) para ti.
Sabes que si un dĂa te sientes mal puedes venir y en mis brazos vas a encontrar un abrazo sincero. Sabes que no puedo engañarte cuando la cagues, pero sabes tambiĂ©n que tampoco voy a juzgarte.
Sabes que te quiero, que te he querido desde hace mucho tiempo atrás y sabes que te querré.
Sabes que eres mi amigo, el mejor de todos. Sabes que eres mi hermano.
Y sabes que quiero que te quedes. Siempre. Que permanezcas.
Sabes que te quiero.
viernes, 3 de mayo de 2013
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Personal: Te extraño.
Era un hecho: habĂa alguien más.
No sabĂa si alegrarme, si llorar, o desearle suerte a esa chica.
No, no estaba hablando de una amante en mi noviazgo, no estaba hablando de eso. No.
Estaba hablando de esa perfecta sincronĂa que hoy se rompĂa.
Y yo que creĂa que esto era algo más, bah, el habĂa encontrado a su chica perfecta.
Y yo la odiaba. Eso era un hecho también.
El habĂa decidido ver en ella todo lo que no veĂa en mi. O eso pensaba yo.
No sĂ©, yo habĂa decidido pensar que todo estaba jodido, que ella era más que yo. En realidad no querĂa que nadie fuera más que yo frente a sus ojos. Yo lo querĂa, lo habĂa querido desde el primer momento en que lo conocĂ. Lo querĂa para siempre en mi vida, ni siquiera de forma erĂłtica o sexual, no. Lo querĂa con amor genuino, querĂa tener siempre esos abrazos reales que parecĂan un detector de estado de ánimo.
Creo que me hubiera gustado quedarme por siempre en esa etapa. Pero no. Las reglas de la vida dictan muy claramente que tienes que crecer. Encontrar a alguien, casarte, tener hijos y esas cosas.
Estaba entrando en esa crisis de los 20, en la que extrañas a tus amigos porque cualquier cosa (llamese escuela, trabajo, novio celoso, madre frustrada o esa mierda que algunos llaman opiniones sociales) conspiran para que dejes de ver a esa gente que quieres.
Si, yo lo entendĂa: a esa bruja hippie la tenĂa a su lado todo el tiempo. Con ella tenĂa aventuras geniales, se iban de viaje y esa basura. Pero fuera de eso, ¿quĂ©?.
Y claro, yo con mi autoestima del tamaño de una nuez solo podĂa pensar ¿cĂłmo puedo luchar contra eso?
No soy perfecta, nunca lo he sido y cuando pretendà serlo me arrepentà mucho. Estoy totalmente consiente de lo que puedo y no puedo ofrecerte, pero sabes que siempre te quise. Sabes que siempre estuve (y estaré, quiero recalcarlo) para ti.
Sabes que si un dĂa te sientes mal puedes venir y en mis brazos vas a encontrar un abrazo sincero. Sabes que no puedo engañarte cuando la cagues, pero sabes tambiĂ©n que tampoco voy a juzgarte.
Sabes que te quiero, que te he querido desde hace mucho tiempo atrás y sabes que te querré.
Sabes que eres mi amigo, el mejor de todos. Sabes que eres mi hermano.
Y sabes que quiero que te quedes. Siempre. Que permanezcas.
Sabes que te quiero.
No sabĂa si alegrarme, si llorar, o desearle suerte a esa chica.
No, no estaba hablando de una amante en mi noviazgo, no estaba hablando de eso. No.
Estaba hablando de esa perfecta sincronĂa que hoy se rompĂa.
Y yo que creĂa que esto era algo más, bah, el habĂa encontrado a su chica perfecta.
Y yo la odiaba. Eso era un hecho también.
El habĂa decidido ver en ella todo lo que no veĂa en mi. O eso pensaba yo.
No sĂ©, yo habĂa decidido pensar que todo estaba jodido, que ella era más que yo. En realidad no querĂa que nadie fuera más que yo frente a sus ojos. Yo lo querĂa, lo habĂa querido desde el primer momento en que lo conocĂ. Lo querĂa para siempre en mi vida, ni siquiera de forma erĂłtica o sexual, no. Lo querĂa con amor genuino, querĂa tener siempre esos abrazos reales que parecĂan un detector de estado de ánimo.
Creo que me hubiera gustado quedarme por siempre en esa etapa. Pero no. Las reglas de la vida dictan muy claramente que tienes que crecer. Encontrar a alguien, casarte, tener hijos y esas cosas.
Estaba entrando en esa crisis de los 20, en la que extrañas a tus amigos porque cualquier cosa (llamese escuela, trabajo, novio celoso, madre frustrada o esa mierda que algunos llaman opiniones sociales) conspiran para que dejes de ver a esa gente que quieres.
Si, yo lo entendĂa: a esa bruja hippie la tenĂa a su lado todo el tiempo. Con ella tenĂa aventuras geniales, se iban de viaje y esa basura. Pero fuera de eso, ¿quĂ©?.
Y claro, yo con mi autoestima del tamaño de una nuez solo podĂa pensar ¿cĂłmo puedo luchar contra eso?
No soy perfecta, nunca lo he sido y cuando pretendà serlo me arrepentà mucho. Estoy totalmente consiente de lo que puedo y no puedo ofrecerte, pero sabes que siempre te quise. Sabes que siempre estuve (y estaré, quiero recalcarlo) para ti.
Sabes que si un dĂa te sientes mal puedes venir y en mis brazos vas a encontrar un abrazo sincero. Sabes que no puedo engañarte cuando la cagues, pero sabes tambiĂ©n que tampoco voy a juzgarte.
Sabes que te quiero, que te he querido desde hace mucho tiempo atrás y sabes que te querré.
Sabes que eres mi amigo, el mejor de todos. Sabes que eres mi hermano.
Y sabes que quiero que te quedes. Siempre. Que permanezcas.
Sabes que te quiero.
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