
Pasó mucho tiempo antes de que pudiera darme cuenta que dentro de mi habitaba algo más que enojo hacia esa persona que daño mi vida de manera radical. Pasó mucho tiempo antes de que pudiera notar que podrÃa amar de nuevo.
El tiempo pasa y lleva consigo un montón de recuerdos que me hacÃan evitar amar de nuevo, entregar ese cofre en el que voluntariamente habÃa guardado mi corazón bajo llave para evitar que alguien más lo dañara.
Pero asà pasó, el tiempo siguió corriendo y se llevo todo el enojo que habÃa en mi ser.
PodrÃa decirse que el enamoramiento es conocido como una fase de atracción entre dos personas pero esto era algo más que eso.
Esto era el motivo por el que despertaba cada dÃa llena de nuevas ilusiones y anhelos, era la razón por la que soñaba en medio de mis clases, por las que no sentÃa hambre, ni sueño ni miedo ni nada… solo amor.
Me enamoré como hacÃa mucho que no lo hacÃa. Siempre tan cuidadosa, siempre tan delicada, tan pequeña tan débil. Débil porque no podÃa soportar una desilusión más. Cuidadosa por miedo a que me dañaran como ya lo habÃan hecho tantas veces antes. Tan pequeña por mis propios miedos.
Pero con él era diferente. El amor era en porciones iguales, ninguno de los dos amaba más que el otro, era como si mi corazón hubiera reconocido en él la otra mitad que siempre habÃa buscado. Es como si tuviera esperanzas de nuevo, como si pudiera hacer todo con solo desearlo. En mi mundo de fantasÃa, se le llamaba estar enamorado.