Tanta magia, tantos años, tanta historia tanto amor en alguien tan pequeñito.
Mis antepasados sabÃan que llegarÃa el dÃa en que susurrarÃan tu nombre al viento para hacer saber que estabas aquÃ. Mis mujeres te sostuvieron y te arroparon dentro, muy dentro del aquelarre y te presentaron ante el fuego gritando tu nombre.
Y te presentaron libre, te supieron grande, te imaginaron bella y capaz, inteligente y sabia. Y años, siglos después tú estás aquÃ. Llena de vida, llena de siglos y siglos de historia. Eres el amor hecho persona. Eres la perfecta imagen que visualicé en mi mente para darte forma y nombre. Eres la oración que repetà memorizada cada noche, eres la misma alma eligiendonos otra vez para vivir la vida de tu mano, para conocerla desde tus ojos, para dejarnos enseñar lo que tienes para nosotros.
Eres poderosa, mi niña, eres fuerte. Tus palabras resuenan entre las montañas y se pierden haciéndose uno con el viento. El sol te saluda por la mañana bailando a tu son y la luna te arropa de noche cuidando tus sueños. Eres una con el universo que escucha tus deseos y los decreta a tu favor. Y yo aquÃ, mirándote, sintiéndote, sabiéndote tan mÃa para siempre. No puedo esperar para enseñarte todo lo que el destino tiene para ti y para decretar cada segundo:
Que cada dÃa de tu vida te rodee todo lo bueno, que tus sueños se cumplan como deseos de cumpleaños, que cada dÃa estés rodeada solo de lo bueno. Porque te lo mereces, porque eres tú, porque eres un pedacito de mi y porque cada noche lo decretare para ti. Porque sin importar cuántos dÃas viva sobre esta tierra, yo siempre estaré cuidando de ti.