HabĂa decidido que no me iba a importar.
Estaba molesta, triste, decepcionada, cansada (hasta la madre hubiera sido una buena descripciĂłn, pero estoy en una pequeña campaña personal para reducir el nĂşmero de malas palabras que digo). Mi psicĂłloga habĂa dicho (hacĂa algunos años atrás) que era bueno darle nombre a los sentimientos y emociones. Pues bien, ahĂ estaba yo tratando de explicarle a ese orangután con la sensibilidad de un ausente lo que estaba pasandome.
Estaba cansada.
De reclamos, de peleas, de rencores, de momentos como Ă©ste, de su control. Como si no le bastara el habĂa decidido decidir Ă©sto. Por más pendejo que suene, asĂ fue.
HabĂa decidido querer (o al menos intentar) ocultarme la obviedad de las cosas. HabĂa querido contarme una historia (media pendeja, a medias y con tintes bizarros) que ni siquiera el mismo creĂa. Y yo habĂa decidido ignorar todo aquel circo.
Es por esto que estaba cansada.
La cereza del pastel fue cuando me encontré a mi misma confundida al respecto.
¿Y si asĂ serĂa toda la vida? No sĂ©, pero "toda la vida" suena como mucho tiempo....
En ese momento lo noté: SIEMPRE hay decisiones que tomar. Y un solo evento, un acontecimiento, un nuevo suceso te cambia la perspectiva. Yo lo sé. A mi me pasó.
No sé como, porque, cuando o donde, pero sé que tengo que cambiar algo.
Si, a huevo. Siempre hay decisiones que tomar.
SIEMPRE.
Puto "siempre".
Personal: Siempre hay decisiones que tomar.
HabĂa decidido que no me iba a importar.
Estaba molesta, triste, decepcionada, cansada (hasta la madre hubiera sido una buena descripciĂłn, pero estoy en una pequeña campaña personal para reducir el nĂşmero de malas palabras que digo). Mi psicĂłloga habĂa dicho (hacĂa algunos años atrás) que era bueno darle nombre a los sentimientos y emociones. Pues bien, ahĂ estaba yo tratando de explicarle a ese orangután con la sensibilidad de un ausente lo que estaba pasandome.
Estaba cansada.
De reclamos, de peleas, de rencores, de momentos como Ă©ste, de su control. Como si no le bastara el habĂa decidido decidir Ă©sto. Por más pendejo que suene, asĂ fue.
HabĂa decidido querer (o al menos intentar) ocultarme la obviedad de las cosas. HabĂa querido contarme una historia (media pendeja, a medias y con tintes bizarros) que ni siquiera el mismo creĂa. Y yo habĂa decidido ignorar todo aquel circo.
Es por esto que estaba cansada.
La cereza del pastel fue cuando me encontré a mi misma confundida al respecto.
¿Y si asĂ serĂa toda la vida? No sĂ©, pero "toda la vida" suena como mucho tiempo....
En ese momento lo noté: SIEMPRE hay decisiones que tomar. Y un solo evento, un acontecimiento, un nuevo suceso te cambia la perspectiva. Yo lo sé. A mi me pasó.
No sé como, porque, cuando o donde, pero sé que tengo que cambiar algo.
Si, a huevo. Siempre hay decisiones que tomar.
SIEMPRE.
Puto "siempre".
Estaba molesta, triste, decepcionada, cansada (hasta la madre hubiera sido una buena descripciĂłn, pero estoy en una pequeña campaña personal para reducir el nĂşmero de malas palabras que digo). Mi psicĂłloga habĂa dicho (hacĂa algunos años atrás) que era bueno darle nombre a los sentimientos y emociones. Pues bien, ahĂ estaba yo tratando de explicarle a ese orangután con la sensibilidad de un ausente lo que estaba pasandome.
Estaba cansada.
De reclamos, de peleas, de rencores, de momentos como Ă©ste, de su control. Como si no le bastara el habĂa decidido decidir Ă©sto. Por más pendejo que suene, asĂ fue.
HabĂa decidido querer (o al menos intentar) ocultarme la obviedad de las cosas. HabĂa querido contarme una historia (media pendeja, a medias y con tintes bizarros) que ni siquiera el mismo creĂa. Y yo habĂa decidido ignorar todo aquel circo.
Es por esto que estaba cansada.
La cereza del pastel fue cuando me encontré a mi misma confundida al respecto.
¿Y si asĂ serĂa toda la vida? No sĂ©, pero "toda la vida" suena como mucho tiempo....
En ese momento lo noté: SIEMPRE hay decisiones que tomar. Y un solo evento, un acontecimiento, un nuevo suceso te cambia la perspectiva. Yo lo sé. A mi me pasó.
No sé como, porque, cuando o donde, pero sé que tengo que cambiar algo.
Si, a huevo. Siempre hay decisiones que tomar.
SIEMPRE.
Puto "siempre".