Contigo todo es tan cambiante. Todo.
Un dÃa me hablas bonito, me tratas como la única. De una forma especial.
Hay peleas de cosquillas, risas, bromas en mi sillón.
Hay besos en la frente, y tu abrazo disimulado, pasando tu brazo discretamente por mi cuello y acercandóme a ti. Hay pelÃculas, hay canciones. Hay voces. Hay tanto.
Luego todo cambia. Todo.
Sale a relucir la frase en la que te escudas, con la que te proteges de tu miedo. Sé que tienes miedo. Sé que sabes que podrÃamos escribir una gran historia. Y sé que esa historia podrÃa no tener final. Pero claro, la palabra "compromiso" no es lo que quieres. No algo que te amarre a este sitio. Lo sé.
No entiendo...
Entiendo que no puedo suplicarle una vez más; pero nada se detiene: sólo vivo para ti.
Dame sólo un beso que me alcance hasta morir.
Como un vicio que me duele quiero mirarte a los ojos....
No entiendo.
Contigo todo es tan cambiante. Todo.
Un dÃa me hablas bonito, me tratas como la única. De una forma especial.
Hay peleas de cosquillas, risas, bromas en mi sillón.
Hay besos en la frente, y tu abrazo disimulado, pasando tu brazo discretamente por mi cuello y acercandóme a ti. Hay pelÃculas, hay canciones. Hay voces. Hay tanto.
Luego todo cambia. Todo.
Sale a relucir la frase en la que te escudas, con la que te proteges de tu miedo. Sé que tienes miedo. Sé que sabes que podrÃamos escribir una gran historia. Y sé que esa historia podrÃa no tener final. Pero claro, la palabra "compromiso" no es lo que quieres. No algo que te amarre a este sitio. Lo sé.
No entiendo...
Entiendo que no puedo suplicarle una vez más; pero nada se detiene: sólo vivo para ti.
Dame sólo un beso que me alcance hasta morir.
Como un vicio que me duele quiero mirarte a los ojos....
Un dÃa me hablas bonito, me tratas como la única. De una forma especial.
Hay peleas de cosquillas, risas, bromas en mi sillón.
Hay besos en la frente, y tu abrazo disimulado, pasando tu brazo discretamente por mi cuello y acercandóme a ti. Hay pelÃculas, hay canciones. Hay voces. Hay tanto.
Luego todo cambia. Todo.
Sale a relucir la frase en la que te escudas, con la que te proteges de tu miedo. Sé que tienes miedo. Sé que sabes que podrÃamos escribir una gran historia. Y sé que esa historia podrÃa no tener final. Pero claro, la palabra "compromiso" no es lo que quieres. No algo que te amarre a este sitio. Lo sé.
No entiendo...
Entiendo que no puedo suplicarle una vez más; pero nada se detiene: sólo vivo para ti.
Dame sólo un beso que me alcance hasta morir.
Como un vicio que me duele quiero mirarte a los ojos....