
En el silencio de mis noches...
para la frialdad de mis dias, que son tantos.
para la oscuridad de mis noches, que son tantos.
Para mi misma, como recuerdo de lo que es la precaución.
Inicio esto sin saber como iniciar.
Las cosas tienen principio y fin, las situaciones tienen principio y fin.
Muchas cosas tienen principio y fin, pero yo misma no sabÃa cual era mi principio y fin.
Creo que muchas veces he hablado de algunos de mis traumas, de mis problemas, de las cosas y circunstancias que me han hecho ser quien soy.
Y siempre fui yo. Creà que con ser yo misma bastarÃa para hacer feliz a alguien, para ser la sonrisa de alguien más. Creà que asi era.
Siempre fuà feliz, cautelosamente. Porque mis traumas me mantenÃan apartada, alejada comódamente de todo aquello que simulara una amenaza para mi seguridad personal. Y después el amor me hizo caer de nuevo. Fue bueno, lo disfruté hasta el último segundo.
Pero como todo tiene un principio y un fin, me encuentro aquÃ, instalada comódamente de nuevo en mi soledad. Y es que creo que es más fácil asi, porque sola me es imposible dañar a alguien más que no sea yo misma. Es más fácil dañarme a mi misma y pagar yo misma el precio de los daños. Muchas veces lo he pagado, asà que una vez más, no importaba.
Y como leà varias veces, bien dicen que los amores hay que experimentarlos en carne ajena, y los quereres en carne propia.